Dices que debería sentirme apenado por levantarme a sendas horas de la mañana. Pena por levantarme a la hora que quiero? Miedo me da tener que levantarme todos los días a una misma hora como cualquier oficinista, pasar como tal, o tener que cumplir con pleitesía de los “día a día”.Pena? No seré yo quien este familiarizado con ese término. Lástima me daría yo por ello. Por tener que obedecer a la peor tiranía: la opinión pública.
No voy a negar que no siempre puedo hacer lo que quiero; pero sí puedo no hacer lo que no quiero.
Me dirás ahora que no sé de lo que hablo, que no tenemos nada en común. Yo, como siempre me atreveré a disentir. Espero que tu convicción sea tan férrea o tu anestesia tan buena; yo nunca he tenido la primera, y la segunda ya no me surte el mismo efecto.
Pena? Me siento orgulloso de mantener esa insolencia prepubescente, no es tan fácil. Espero que no dudes ni por un segundo de la magnitud de la libertad. Un canario preferiría como los humanos no tener que ver su jaula y así creerse libre.
Que tan “random” eres? Que tan seguido haces lo que quieres sin echarle la culpa al alcohol jurando que esa no eras tú? Nos queda mucho por atisbar! Y eso solo será si quieres nena.
Olvida o enloquecerás, nadie lo piensa, sólo lo hacen. Olvida, olvida, olvida.... Deja que la rutina te lleve. Deja de ser tu y conviértete en tus responsabilidades, hazte uno con tus horarios. Quien quiere tratar de dilucidar? Ya todo esta tan marcado, vamos.
6:00 a.m. Suena tu alarma; si sigues sus reglas tu vida está resuelta, levantate, te ves al espejo mientras te pones guapa para aquel chico, te diriges a consumar invariablemente tus deberes, para que aquellos otros cumplan los suyos para contigo, así día tras día mientras la vida ocurre. Cuidado de pensar, podrías arruinar nuestro marco.
Dirás de mí que en realidad no sé nada, que soy joven e iluso, y en al menos eso estaremos de acuerdo.
Hay cosas que no aprenderás de tu biblioteca, cosas que en tu vida meticulosa no interferirán -que no ocurrirán -no conocerás – Vivir?
Te dejo pues, cada uno con su propio lugar; con nuestros miedos y naturaleza; con tus tardes de esperanza, éxito, cabalidad; con mis mañanas enteras de soledad, vino, cigarros; con mis noches de sexo, con las tuyas de romance; tu felicidad, mi placer. Con tu sexo deseoso, mientras tu mano hurga puerilmente mi pubis, conmigo postrado en el sofá. Y que todo en realidad viene a ser parte de los mismos deseos.
Hot dirty old nights, cold new mornings.
Es el placer de planear mi día 5 minutos antes de levantarme y saber que será un día provechoso, es la plena confianza en que sabiendo que no se a donde voy, sé que lo haré, como sin dejar nada que desear, es el alivio de no alimentarme de esa comida balanceada e incipida, el placer de la heterodoxia.
Soy guapo, y prota de toda mi obra. Pienso lo que no se escribir.
Pena por ser libre. Por ser ahora el único bailarín cantante de la de vida en escena.
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